A estas edades, la frase de «¡yo solo!» es muy habitual. Está genial que tu hijo o hija lo digan, porque eso significa que tiene la confianza en sí mismo necesaria para intentar hacer nuevos retos. La autonomía se puede definir como la capacidad que se posee para realizar actividades sin ayuda de los demás. En los niños y niñas de infantil, es muy importante fomentar su adquisición por las siguientes razones:
• Aumenta la autoestima.
• Desarrolla la responsabilidad.
• Fomenta la capacidad de aprender a aprender.
• Están más predispuestos para afrontar nuevos aprendizajes.
A continuación os proponemos unas pautas sencillas para favorecer la autonomía en casa.
1. Es importante adaptar la casa a su estatura, las cosas tienen que ser accesibles para ellos. Por ejemplo: deben disponer de estanterías o cajones de su altura donde colocar los juguetes, de un perchero para colgar el abrigo y la mochila del cole, el cepillo de dientes y la pasta para su aseo (esto es fácilmente adaptable con un taburete o dejándolos sobre el bidé), un lugar fijo para dejar el pijama o la ropa para el día siguiente, los zapatos, el cesto de la ropa sucia…
2. Hay que permitirles, en la medida de lo posible, que os ayuden en las actividades cotidianas. Por un lado, les encanta hacer cosas de mayores, ayudar, y por otro, adquieren destrezas manipulativas y coordinación, además de la mentada autonomía. Por ejemplo: déjales poner y quitar la mesa, si no llegan a la vajilla, colócala en la encimera para que la cojan desde ahí. Otras actividades son vaciar el lavavajillas, clasificar los cubiertos, lostuppers, las cacerolas… Los objetos de loza y cristal suelen dar bastante respeto, pero si desde el primer momento se les enseña a cogerlos y llevarlos con cuidado porque son delicados, no los romperán y para ellos es un signo de que son mayores. A partir de los tres años, deberían desecharse los cubiertos y la vajilla de plástico, ya son perfectamente capaces de utilizar los reales.
3. Pueden ayudar a cocinar con ciertas medidas de seguridad, por ejemplo: quitar laesn ha bcaass a o guisantes de las vainas, batir huevos, empanar, hacer las croquetas, sus sándwiches, pan, galletas… Da a tu hijo la posibilidad de prepararse pequeñas cosas en la cocina: echarse el cacao en la leche, coger las galletas de un bote, untarse la mantequilla en la tostada o echarse el agua en un vaso si tiene sed. Prepara una bandeja con lo necesario para que pueda hacer las cosas de forma autónoma o dispón de utensilios específicos que les permitan hacer cosas como cortarse la fruta sin peligro.
• Los niños son perfectamente capaces, si saben cómo tienen organizadas las cosas, de elegir lo que se van a poner, desde la ropa interior hasta los zapatos. Le encantará ser él quien abra el armario, los cajones y coja su ropa. ¡Te sorprenderás de lo bien que lo hace! Limpiarse los zapatos es otra actividad que le resultará muy divertida.
• Se tiene que empezar a hacer responsable de sus cosas, si se lleva un juguete a algún sitio tiene que ser consciente de que va a tener que cargarlo todo el rato, y de camino al cole pueden llevar su bolsa del desayuno o mochila. Al igual que tú llevas tu bolso o cartera, él es responsable de sus cosas, de acordarse de traer de vuelta el gorro, el abrigo, la bolsa del desayuno, la mochila…
• Cuando dudéis si será capaz o no de hacer algo, dejad que lo intente, dadle su tiempo: esto es lo que nos resulta más difícil. Siempre estaréis allí para echarle una mano si se le complica mucho, a veces con alguna indicación son capaces de hacer muchas cosas, más de las que nos imaginamos.