martes, 25 de marzo de 2014

JUGAR A LAS CARICIAS

POR 
EDUCANDO EN INFANTIL

 Educación emocional en casa: el juego de sembrar caricias y cosechar cariño
En la mayoría de las familias se educa a los niños para adquirir lo que socialmente se conocen como «buenos modales». Se trata de unas estrategias más o menos consensuadas socialmente para resultar amable y correcto en nuestras relaciones con los demás. Pedir las cosas por favor, dar las gracias, tratar de «usted» a los mayores, no utilizar palabras malsonantes con demasiada frecuencia…
Tanto en la escuela como en casa, trabajamos con nuestros pequeños un «programa de contenidos» (matemáticas, idiomas, etc.) que consideramos imprescindible para que logren cierto éxito en la vida. Es decir, les dotamos de herramientas para que puedan gestionar su realidad (económica, verbal, etc.) con fluidez. Sin embargo, no siempre incluimos dentro de ese «conjunto de instrumentos» un apartado dedicado a la gestión eficaz de los afectos. Si el ser humano es cabeza y corazón… nos dejamos fuera una parte importante. Esta educación tiene mucho de circunstancial, es decir, de aprender a ver los momentos diarios en los que es necesaria. Pero no por ello deja de ser planificable y educable de forma sistematizada. Por ejemplo, dedicando una mañana al mes a trabajar los afectos. No es pedir mucho, ¿no? En total, sería dedicar doce mañanas al año…
Si os animáis, aquí os ofrecemos una actividad sencilla y muy, muy constructiva. Un modo de enseñar a dar cariño no esperado a los que nos rodean. Además, se puede realizar como actividad para esos días en los que hay que permanecer en casa…
Aunque los objetivos abarcan muchas áreas, los podemos resumir en enseñar a expresar los afectos, reconocer las emociones, y aprender a expresarlas.
Los contenidos propios de esta actividad son todos los relacionados con la adquisición de la competencia social, emocional y ciudadana.
La metodología es simple, se trata de desarrollar una complicidad afectiva con el / los chavales para motivarlos, darles un ejemplo de cómo expresar cariño a través de una nota, y ponerlo en práctica. Podemos «practicarlo» antes, dejando en su plato o en su servilleta del desayuno, la comida o la merienda una nota de cariño, y preguntarles cómo se han sentido al verla.
Los recursos y materiales necesarios son muy simples: pinturas, Post-it (si se puede de varios colores), hojas y sobres, y, si se desea, sellos o tampones.

Describimos la actividad de modo resumido. Fabricamos notas de cariño para todos los de la casa, con Post-it de colores, dibujando y coloreando distintos motivos afectuosos (caritas sonrientes, flores, besos, etc., a ser posible sugeridos por los niños), que luego repartiremos por sitios «sorprendentes»: dentro de un libro de lectura, dentro del armarito del baño, en los bolsillos de los abrigos, en los zapatos o zapatillas de casa… Si les dejamos hacer sugerencias, seguro que nos sorprenden. Si deseamos ampliar el juego «fuera de casa», podemos dibujar y colorear tarjetas más grandes y enviarlas por correo a abuelos, tíos, padrinos, etc. Lo importante es que sean inesperadas y que reciban respuesta.
Buscaremos reforzar el aprendizaje remarcando tres fases. Primero, presentar y comentar el juego, explicando cómo fabricar las «semillas de cariño» y cómo distribuirlas.
La segunda fase comprende los momentos de fabricación y distribución, y puede ser realmente divertida. Ponemos sobre la mesa de trabajo (la de la cocina, o donde deseemos) de una a tres notas por persona (ver el grupo de notas y personas ayuda mucho, y nos permite comentar con los pequeños cuánta gente los quiere). Elegimos y ejecutamos el dibujo y coloreamos (en función de la edad y habilidad de los niños, harán ellos las figuras, o se las perfilamos nosotros para colorear, o usamos tampones de impresión; por ejemplo, la manita del propio niño con caritas en los dedos… o cualquier otro motivo, ¡imaginación al poder!). Luego viene la distribución por la casa ( y / o preparación de cartas con sobre, dirección y sellos).
Incluso podemos proponer la colocación de una “nota secreta” para los mismos que estamos presentes, y así recibirlas, o buscarlas, después.

Acabada la actividad, es muy importante ayudar al niño a tomar conciencia de lo que ha ocurrido a nivel emocional, verbalizando sus emociones, cómo ha visto las reacciones de los demás, y qué cosas agradables e inesperadas han pasado. Esta es la fase más importante: cuando el niño o niña tenga conciencia de los sentimientos y emociones positivas y reales que se están moviendo. Comentar con ellos cómo se han sentido al dibujar y al pensar en los otros, al esconder o enviar las notas, etc. Hablar también de lo bueno que es expresar los sentimientos, y de cómo todos necesitamos escuchar el aprecio de los demás. Valorar con ellos la importancia de «concretar» el cariño, de forma práctica, en lugar de dejarlo «implícito».
Igualmente, cuando vayan surgiendo las reacciones de los destinatarios, será importante hablarlo y ver cómo se sienten al recoger una cosecha de amores, de cariño que viene de vuelta, y de cómo han visto a los otros.

Debemos subrayar el valor educativo de esta actividad de ocio. No se trata solo de pasar un buen rato, cosa que ocurre, sino de potenciar el trabajo de las emociones con los menores.
Con ellos «sembraremos» de cara a su futuro. Con un poco de suerte, en un par de décadas recibiremos más notas de cariño, y la alegría de haber enseñado a alguien a dar afecto de modo inesperado… ¿No es así como se construye un mundo mejor?

¿Os animáis a jugar?

martes, 18 de marzo de 2014

¿QUÉ SON LAS COMPETENCIAS BASICAS?

cs1213 escuelapadres Las competencias básicas. ¿De qué están hablando los maestros?
Cuando llevamos a nuestros niños al cole, nos integramos en lo que se denomina «comunidad escolar». Ahí empezamos a escuchar un dialecto técnico con el que nos tenemos que familiarizar. Y aparecen lascompetencias básicas, algo de lo que hablan los profesionales.
Inicialmente son dos palabras que sugieren un significado sencillo, pero ¿de qué se está hablando en realidad? ¿Cómo van a influir en el trabajo con nuestros hijos? Vamos a intentar explicarlo.

En las décadas de los años setenta y ochenta se realizaron varios estudios sobre los sistemas educativos a nivel mundial, que demostraron cómo la mayor parte de la población occidental acababa su formación obligatoria con una gran base de conocimientos teóricos que después no eran capaces de aplicar de modo práctico en su vida laboral, personal y ciudadana. No eran competentes en otros contextos «no teóricos».
Para subsanar estas carencias, se activó en varios organismos internacionales un cambio de concepto sobre cuál debe se el objetivo último de la educación.
Tras una larga etapa de estudios y preparación, el 15 de diciembre de 2006, el Parlamento y el Consejo Europeo publicaron una recomendación para todos sus Estados miembros, solicitando que se incluyeran en todos los sistemas educativos de la Unión Europea una serie de ocho competencias consideradas claves para el desarrollo integral de los ciudadanos europeos.
Al mismo tiempo, en España se promulgaba la nueva Ley de Educación, la LOE, que incluyó estas competencias básicas, trabajadas de modo transversal en todas las materias, en todos los niveles educativos. La LOE las describe como «aquellas (competencias) que debe haber desarrollado un / a joven al finalizar la enseñanza obligatoria, para poder lograr su realización personal, ejercer la ciudadanía activa, incorporarse a la vida adulta de manera satisfactoria y ser capaz de desarrollar un aprendizaje permanente a lo largo de la vida», las explica brevemente en un anexo, y las desarrolla en los decretos nacionales que fijan los contenidos y sistemas de evaluación para las etapas de educación primaria y secundaria. Para la educación infantil, la LOE establece que «sentará las bases para la posterior adquisición de dichas competencias».
Pero ¿cómo afecta todo esto a nuestros pequeños? ¿Qué es lo que realmente ha cambiado?

Hay que dejar dos cosas claras. La primera, es que en las leyes NO se cambian los objetivos y los contenidos educativos. La segunda es que se busca mejorar los modos de trabajo en el aula para provocar un «conocimiento en acción», un aprendizaje muy vinculado a la práctica y la experiencia, que luego se pueda transferir a diversos contextos. Se busca combinar los contenidos, las estrategias y las actitudes personales para responder a las distintas realidades de la vida diaria, en el aula, pero sobre todo, fuera de ella. Que los niños sean competentes en su vida real.
Y los padres… ¿qué tenemos que ver con todo esto?
Lógicamente, este nuevo modo de hacer las cosas os implica de forma más directa en la educación de los chicos y chicas. Los ambientes ajenos al aula también son educativos. Un chaval tiene que saber matemáticas… para poder contar y sumar, por ejemplo, sus caramelos, sus cromos, sus juegos, etc. Y nosotros tenemos que potenciar esa aplicación de conocimientos.
Que lea los carteles de la calle. Que nos diga cuándo cruzar. Dejémosles que vayan haciendo las cosas solos… Tenemos que ser capaces de impulsarlos. Desde la escuela van a trabajar su independencia, su pensamiento creativo, la realización de proyectos personales… Desde casa tendremos que participar en todo ello: colaborar en la composición del «libro del aula», traernos al muñeco mascota de la clase a casa, etc. Sois padres y educadores, cómplices con la escuela y los maestros.

El otro gran aporte de las competencias básicas se condensa en el concepto de competencia social y ciudadana. No es una expresión vacía, es el reconocimiento legal de una reivindicación fundamental de padres y profesores: la necesidad de educar en las emociones y las relaciones, reconociendo que hay distintas personalidades y modos de acercarse a ellas. De la diversidad de los niños surge la diversidad de las personas.
Para terminar, os dejamos con la recomendación más importante: poned ganas, entusiasmo.
Empujad a vuestros hijos a aplicar aprendizajes del aula a la vida real. Al hacerlo, tomáis parte en la construcción de vuestros niños. El «conocimiento en acción» será también «creación de conocimiento compartido». Esto es también vida, experiencias compartidas con los hijos.

Hay cosas que no tienen precio…

sábado, 15 de marzo de 2014

CELEBRAMOS CARNAVAL

 Hace unos días celebramos el Carnaval con diferentes actividades y siguiendo una serie de consignas que nos iba indicando el Rey del Carnaval. ¡Aquí podéis ir viendo lo bien que lo pasamos en cada clase!

Fotos 1º Ed. Infantil "A": Carnarval

Fotos 1º Ed. Infantil "B":    Consignas
                                          ¡Nos disfrazamos!

Fotos 1º Ed. Infantil "C": http://www.kizoa.es/diapositivas/d9060614k3071522o1/carnavales-2014

Fotos 1º Ed. Infantil "D": http://www.kizoa.es/Video-Maker/d9253868k2114790o1/carnaval-2014









martes, 11 de marzo de 2014

CREATIVIDAD EN CASA

EXTRAIDO DE OXFORD EDUCACIÓN

oct313se Desarrollando la creatividad en casa
A veces, cuando nos paramos a reflexionar sobre la educación de nuestros hijos, nos centramos en lo particular en vez de tratar de abarcar conceptos más amplios y básicos.
Quizá sea por este motivo por el que el aprendizaje de la creatividad no haya sido tratado con la debida atención en el pasado. No debemos olvidar que podemos encontrar la creatividad en cualquier lugar y actividad humana, y por eso es muy importante que nuestros hijos sean capaces de desarrollarla. Nuestra labor como padres es ayudarlos en su peripecia vital, aportándoles todas las herramientas posibles para que puedan ser felices y lleguen allí donde quieran llegar.
El reciclaje es un excelente modo de iniciar a nuestros hijos en el mundo de la creatividad. Al hablar de reciclaje, no nos referimos al mero acto de introducir los envases, las botellas, el papel, etc., en su correspondiente contenedor, sino a reutilizar de una manera eficiente objetos que han caído en desuso y darles una nueva vida. Estos objetos pueden ser embalajes, periódicos, botellas de plástico o cristal, zapatos viejos, ropa usada… Seleccionaremos los objetos que vamos a utilizar con nuestro hijo dependiendo su edad y evitando aquellos que puedan ser peligrosos, como cristales o metales cortantes. Tampoco escogeremos aquellos que sean susceptibles de ser ingeridos debido a su pequeño tamaño.
En el proceso, no nos limitaremos a «ejecutar» con nuestros hijos un proceso de transformación, por ejemplo, de una caja en un coche de bomberos, sino que debemos iniciar un diálogo con los pequeños para que sean conscientes de por qué reciclamos.
Vamos a tomar como ejemplo una botella de plástico de tamaño pequeño con su tapón.
Iniciamos el juego con una serie de preguntas que adecuaremos según su edad y grado de maduración. En todo momento, el niño debe tener acceso al objeto, poder manipularlo, tocarlo, etcétera.
—¿Sabes qué es?
—¿Qué tenía antes dentro?
—¿Qué pasa si no cerramos el tapón cuando hay agua dentro?

Podemos jugar en la bañera a hacer pruebas, y que el niño o niña comprenda cómo es el objeto, qué propiedades tiene, ya que de esta forma será capaz de inventar nuevos usos para la botella a través de sus conocimientos sobre el mundo que lo rodea.
A continuación, pasamos a las preguntas especulativas. Tenemos que motivar al niño a que se exprese con total libertad y sin miedo. No olvidemos que en este juego no existen respuestas incorrectas, solo infinitas posibilidades.
—Antes había agua… ¿Podemos meter otras cosas dentro? ¿Cuáles?

Podemos ayudar a nuestro hijo haciéndole preguntas más cerradas y enfocando su imaginación.
Quizá queramos meter dentro tierra y convertir la botella en un semillero, o pinturas, o piedrecitas y convertir la botella en una maraca…
—¿A qué se parece una botella?
—Si la botella fuese un animal, ¿cuál sería? ¿Dónde tendría los ojos? ¿Y la boca?

Al igual que en el caso anterior, sugerir caminos puede ser muy divertido y estimulante. En este punto, con unos rotuladores, papel de colores y cinta adhesiva podemos jugar a transformar la botella en una mariposa, en un gusano, en un cohete espacial…
Estos son solo algunos ejemplos, pero las posibilidades son infinitas. De hecho, pasaréis un tiempo increíble con vuestro hijo jugando a imaginar nuevos usos para objetos en desuso. Y, con toda seguridad, os sorprenderán las creativas ideas que surjan de él.
¿Os animáis a empezar hoy?